El Betis regresará el domingo a su estadio, a su casa. Allí le esperan la UD Las Palmas y muchos aficionados muy enfadados. Algunos, no se sabe cuántos, protestarán por la marcha del equipo y del club concentrándose en la puerta de cristales y entrando en el recinto cuando el partido ya haya comenzado. El 29-N. Yo no voy, Betis, que es el lema de la iniciativa, fue denostado ayer por los medios de la entidad, que acusaron a sus promotores de fomentar "una guerra civil entre béticos". "Bético, no piques el anzuelo. Nos quieren separar", proclamó la radio oficial. Para los dirigentes verdiblancos, el enemigo está en casa. Para el Betis, en realidad, el enemigo es su propia casa. La casa de la discordia: discordia entre la afición y el equipo y discordia entre el equipo y sus números. Y a esos números hay que remitirse. El conjunto de Antonio Tapia no ha ganado en sus tres últimas comparecencias en Heliópolis y esa racha, aunque parezca muy poca cosa, es tan extraña en la historia del Betis en Segunda que ni siquiera el equipo que bajó a Tercera (46-47) estuvo más de dos jornadas seguidas como local sin ganar.

El Betis no ofrece a su afición un triunfo en el estadio desde el 13 de septiembre (3-0 al Recreativo). En estos dos meses y medio, los heliopolitanos han jugado otros tres choques como locales y todos acabaron en empate: 0-0 con el Cartagena, 1-1 frente al Real Unión y 1-1 contra el Celta. Esa serie de tres igualadas consecutivas ya es rara de por sí para el Betis en Segunda, porque sólo hay dos precedentes: uno de cuatro empates, en la 89-90 (1-1 con el Murcia, 0-0 con el Xerez, 1-1 con el Sestao y 1-1 con el Eibar), y otro de tres en la 69-70 (0-0 con el Córdoba, 1-1 con el Murcia y 0-0 con el Oviedo).

Si los empates se computan como partidos sin ganar, la situación se agrava, porque rachas de tres encuentros caseros sin victoria en Segunda sólo hubo siete en la historia del Betis: en la 28-29, la 30-31, la 56-57, la 69-70, la 89-90, la 92-93 y la 00-01. De todas esas campañas, las únicas en que el equipo subió a Primera fueron la 89-90 y la 00-01. En la mayoría de los ascensos, ocho de diez, el Betis nunca estuvo más de dos encuentros seguidos en su feudo sin ganar. Y como el Betis no se imponga a Las Palmas, la serie ya sí que será histórica del todo, porque sólo en la 89-90 y la 92-93 empalmó el conjunto de La Palmera cuatro citas seguidas en su campo sin un solo triunfo.

NÚÑEZ NARANJO, ROTUNDO. A la espera de comprobar si el Betis rompe su mala trayectoria general y casera, y si sus aficionados secundan el 29-N, el ex presidente José Núñez Naranjo volvió a aparecer ayer, ahora en Canal Sur, para dar su opinión sobre el asunto. "Los primeros que deben dar ejemplo y estar allí son los de la junta directiva. Los demás, que obren según su conciencia. El que quiera ir, que vaya, y el que no, que no vaya", dijo Núñez Naranjo, que además dejó claro que Manuel Ruiz de Lopera debería irse: "Si te tienes que ir, te marchas y ya está. Sin perder tu dinero, claro, pero el que te gastaste, no el que tú quieras. A mí me dicen tres veces que me marche y me marcho", sentenció.

Y EL CLUB, EN CONTRA DEL 29-N. El consejero Manuel Castaño fue ayer muy crítico con el 29-N. "Esto no lo hemos visto nunca en la historia del Betis. El beticismo jamás ha dado la espalda a su equipo, ni en Tercera", lamentó en Europa Press el abogado, que añadió: "A los profesionales se les debe exigir más entrega, pero eso es distinto a darles la espalda. Yo he visto al Betis descender ante el Tenerife y el campo se ha caído de aplausos. Si la gente no entra, se equivoca", apostilló. Pero claro, el primero que no va es Lopera: "Le he dicho 28 veces que tiene que ir, pero dice que tiene lo de las cervicales y que se marea", contó Castaño.

Fuente: http://www.elcorreoweb.es/