Luis Oliver está protagonizando en las últimas semanas una serie de movimientos que están desconcertando a propios y extraños. Por una parte ha comenzado una campaña de sindicación de acciones que apenas está teniendo calado en el muy disgregado mapa accionarial bético, lo que está conduciendo al empresario navarro a plantearse la opción de comprar paquetes pequeños a precios ajustados para tratar de lograr el porcentaje que le garantizaría entrar en un futuro consejo de administración. Pero acompaña esta búsqueda de participaciones (encargada a algunos de sus colaboradores, como Joaquín Díaz) con la intención de «colocar» un amplio porcentaje de la propiedad de Bitton Sport, la empresa que compró el paquete de Farusa y que ahora tiene poco valor por la suspensión judicial y las dudas que plantea su viabilidad en un futuro inmediato, como publica ABC de Sevilla.

Por ello, el precio de partida es bajo, bastante bajo, pero ninguno de los que escucharon la oferta de Oliver ha picado en el anzuelo. Y lo ha ofrecido a diestro y siniestro: el consejero Paco Nuchera (con reuniones en diferentes lugares de Estados Unidos), la plataforma Béticos por el Villamarín (a través de uno de sus cabezas visibles) y algunos empresarios vinculados al entorno bético en las últimas temporadas. Exceptuando a Nuchera, que mantiene un sepulcral silencio, el resto ha ido respondiendo con sucesivas negativas a un Luis Oliver que, eso sí, pone una condición básica para el que opte a entrar en su negocio: debe contar con él como consejero/director deportivo.

Esto sí que despierta dudas evidentes, puesto que también vincularía su gestión en este apartado de la entidad con premios por el rendimiento deportivo de la entidad, como cantidades en caso de ascenso o de futuras ventas de futbolistas. Una manera de hacer un negocio redondo tanto con el ingreso por las participaciones de Bitton como su ubicación como profesional de la entidad a la hora de manejar las entradas y salidas de futbolistas en el club.

Y, mientras, uno de los accionistas mayoritarios a nivel individual, como es el consejero Manuel Castaño, no muestra la firmeza que suele emplear para otros asuntos cuando se le cuestiona si apoyaría a Oliver en una futura junta de accionistas sindicando sus acciones con el navarro. «Él no ha hablado conmigo, pero tengo conocimiento de que quiere sindicar. Me gustaría oír a la gente y sólo quiero saber si mis acciones tienen la garantía de servir al Betis, que es lo que quiero. No lo he pensado. Lo que es seguro es que no voy a vender», señalaba ayer.

Fuente: http://www.alfinaldelapalmera.com/noticias/real-betis/betis-vendo-acciones-oliver-director-deportivo.html