
Mehmet Aurelio, o cómo erigirse en referencia del mediocampo aun estando de baja
La articulación, muy dañada
A Mehmet se le cortó de cuajo la temporada, la posibilidad de poner su granito de arena desde la sala de máquinas del equipo para el que el destino fuera permanencia y no descenso, desastre fraguado inopinadamente en los partidos que ya no pudo disputar (seis, con sólo una victoria). Tenía Aurelio la articulación seriamente dañada, necesitada de una intervención en los cartílagos y el menisco que lo dejó fuera de circulación y lo llevó a Brasil, a su médico de confianza, Luis Vieira, el mismo que le trató precisamente de esa misma rodilla en 2005, mediante artroscopia. Hasta ese momento, Aurelio era vértice de la medular bética, indiscutible aunque se le tratara con mimo, por temor a que se rompiera, lo que luego ocurrió. Jugó 29 partidos de Liga, todos ellos de titular, 27 completos, y anotó cuatro tantos en total, aportación más que notable para la primera referencia del equipo por delante de la línea de cuatro en cobertura que le otorgó la condición de cuarto máximo realizador del Campeonato en verdiblanco, por detrás de Emaná (11), Sergio García (9) y Ricardo Oliveira (6).
Ya restablecido de la intervención (pasó por quirófano el 18 de mayo) pero aún con mucho tiempo por delante para alcanzar la plenitud física, Aurelio regresó a Sevilla el 4 de agosto y desde entonces ha trabajado a la sombra una vez que el verano se fue y con él las posibilidades de que el Betis también hiciera caja con un posible traspaso. La última meta volante de la carrera de fondo que inició en el mes de abril y debe reintegrarlo o de nuevo a su lugar natural, los terrenos de juego, la superó el pasado día 4, con el alta médica del doctor Calero.
Ahora, ya, se encuentra en disposición de volver, de reintegrarse poco a poco en el esquema de Tapia, al ritmo que lo permita su rodilla, con tal de echarle un cable a un mediocampo demasiadas veces cortocircuitado en el que, a falta de Aurelio, se ha echado mucho de menos la presencia de Arzu, al que el técnico prefiere de central. No obstante, el debate sobre el trabajo de la medular lo cierra Tapia, tajante, con sus decisiones: siete veces ha repetido la pareja Juande-Iriney, dos el dúo Sunny-Juande y en sólo una ocasión (Castellón) ha probado con Sunny e Iriney. Con el regreso de Aurelio, más pronto que tarde, quizá hoy, se presume salto de calidad, y no es éste un componente del que vaya sobrado el actual Betis.

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