La clave del partido: El gol en el descuento de Ogbeche que empató el partido. Competición le quitó cuatro partidos y el nigeriano decidió el encuentro. Mal primer tiempo del Betis, que fue mejor que el rival en el segundo. Los dos equipos tuvieron efectividad máxima en las pocas ocasiones claras de que dispusieron en un partido muy igualado.

En el primer tiempo vimos a un Betis lento, espeso y con poca claridad de ideas. El partido estaba empatado a imprecisiones pero la igualdad se rompió con un gol cadista que vino precedido de una falta clara de Diego Tristán. En el segundo tiempo, tras diez minutos del mismo color gris del primero, el Betis empató en una falta que golpea en la barrera y ese balón muerto cae en las botas de Rodri que, con un buen movimiento, se acomoda la pelota y marca. Tocaba mejor el equipo verdiblanco y se mostraba más ordenado, pero eso no era suficiente para doblegar al Cádiz. Por momentos, el encuentro se volvía a igualar pero la balanza la desequilibró Capi, con un enorme pase, y Pavone, con definición de ‘killer’. Los de Tapia se pusieron el mono de trabajo y consiguieron controlar el partido, pero en el descuento Ogbeche empató de cabeza desde el area pequeña en una desaplicación defensiva del conjunto heliopolitano, cuando el Cádiz empujaba con más corazón que cabeza.

Los mejores: En un partido tan igualado, los goleadores. Rodri y Pavone definieron perfectamente los pocos balones de gol de que dispuso el Betis. El canterano peleó y tuvo desparpajo.

Lo peor: Perder dos puntos en la prolongación, cuando la victoria estaba en el bolsillo. Un arreón cadista terminó con un gol que, por lo visto en el partido, hizo justicia.

La pregunta: ¿Un equipo que quiere ascender se puede permitir perder dos puntos en la prolongación?