El último capítulo del historial de conatos de venta de las acciones de Manuel Ruiz de Lopera tuvo lugar ayer. A los rumores destapados el martes le siguió ayer un nuevo encuentro entre Luis Oliver y Lopera, esta vez en Madrid. Fuentes del grupo comprador aseguraron a este periódico que el acuerdo total se rubricará hoy, puesto que ayer firmaron ante notario la asunción de los avales que Lopera tiene en el Betis. La operación tiene estos datos: Oliver se compromete a pagar a Lopera 20 millones de euros en plazos de seis meses durante cinco años, sin entrada alguna y sin auditoría previa. Desde hoy mismo pasaría a ser el máximo accionista del club al tener en su poder el 52 por ciento de las acciones.

La operación, de llegar a realizarse, sería muy parecida a la ya famosa y falsa con BSport. Visto el panorama, la sospecha de la autoventa encubierta flota en el ambiente. De tal modo que tanto la jueza Mercedes Alaya como el Consejo Superior de Deportes (éste debe autorizar todo traspaso superior al 25 por ciento del accionariado) miran con lupa los movimientos de Lopera. La jueza lleva meses investigando la entrada de Lopera en el club con la convicción de que compró sus acciones con dinero del Betis. Eso no quiere decir que Lopera no pueda vender, pues no se han adoptado medidas cautelares.

Las sospechas se fundamentan en las cláusulas de la firma: si Oliver incumple algún pago, Lopera volvería al Betis. Y lo que más le dolería al todavía máximo accionista: si le cambiara el nombre al estadio, Oliver pagaría pagar 30 millones. Juzguen ustedes.

Fuente: http://www.as.com/