El Beticismo ya conoce que hay dos consejeros que andan más preocupados por ser el segundo accionista del Betis, por detrás de Lopera, que del propio Betis. Aunque la intención del consejero delegado es vender, o eso repiten los medios oficiales día sí y día también, Manuel Castaño y Rufino González continúan comprando acciones. Y en una de estas últimas compras ha saltado la polémica.

La peña bética San Jerónimo está pasando por momentos económicos complicados, por lo que decidió vender su paquete de acciones, valorado en unos tres millones de las antiguas pesetas. A través de uno de los miembros de la peña, tertuliano habitual de la radio oficial del Betis, la peña se puso en contacto con Rufino González, quien accedió a comprar las acciones. Todo estaba listo para la venta cuando apareció una tercera persona, también perteneciente a la peña, que dijo querer comprar, por lo que se decidió que fuera la mitad para cada uno. El problema surgió cuando estando en el notario para firmar, el tercer miembro en cuestión dijo que lo hacía en nombre de Manolo Castaño, según ha afirmado la radio oficial.

Medio que ha sido utilizado para desmentir que la venta fuera mitad para cada uno y para criticar la actitud de Castaño, explicando que “esto pasa porque entre los dos tienen esa competencia por ver quién tiene más”. Al final, ya que Rufino se negó a compartir y que la peña consideró que el primero con el que se pactó fue con éste, las acciones se las quedó él. Acciones sí, pero dimitir o, al menos, dar explicaciones por descenso, nada de nada…

Fuente: http://www.alfinaldelapalmera.com