La peculiar forma que utiliza Lopera para incentivar a sus jugadores tiene sus pros y sus contras. El beneficio está en el rendimiento a corto plazo, puntual y en ocasiones efectivo, pero los problemas son varios: falta de motivación por repetición y pagos estratosféricos a pesar de no cumplir los objetivos globales. Y eso es lo que ha ocurrido esta temporada, puesto que la plantilla verdiblanca se ha embolsado en su conjunto una cifra que ronda los 1,2 millones de euros a pesar del descenso de categoría, según informaron a ABC de Sevilla fuentes autorizadas del club bético. ¿El desglose? Pues ganaban 6.000 euros por victoria y, en ocasiones, 9.000, aunque no hubo primas en todos los partidos que disputaron.

Las ya clásicas visitas de Lopera al hotel de concentración para motivar a sus hombres con breves charlas en las que la incógnita principal era conocer la cuantía del premio que obtendrían en caso de victoria han resultado ser ineficaces en estos tiempos. Otros clubes pactan primas por objetivos conseguidos a final de temporada, pero la excepción bética se considera como uno de los males para una plantilla a la que le faltó demostrar el nivel que se le presumía. Desde el club hay varias voces que le insisten a Lopera en el cambio de fórmula, pero éste no quiere tocar nada porque considera que está entre sus obligaciones la motivación directa y partido a partido con estos mimos a su plantel.

Los 1,2 millones han sido repartidos entre todos los jugadores del equipo bético y los pagos se han hecho mensualmente. La mayoría de los partidos ganados estaban premiados con 6.000 euros y sólo en un par de ellos lograron los 9.000 que les prometía Lopera. Uno fue en el derbi en el Sánchez-Pizjuán y el otro, probablemente, el duelo en El Sardinero. Para los entrenadores había siempre premio doble, es decir, 12.000 ó 18.000 euros por victoria. El equipo sólo logró diez triunfos en toda la Liga.

Otro asunto económico que puede traer cola son los contratos de imagen, puesto que ya se rumorea que Lopera no está dispuesto a respetar la mayor parte de los mismos debido al descenso. Ahí puede estar la contrapartida por tantas primas pagadas en una temporada con fracaso.

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