Manuel Ruiz de Lopera no tiene previsto facilitar la salida de sus estrellas. Los técnicos intuyen que el adiós de gente como Oliveira, Mark González, Sergio García, Emana o Nelson es inevitable, pero por el momento las ofertas no convencen.

Ha pasado el tiempo de la reflexión. Ya no es momento de preguntarse cómo es posible que el Betis haya bajado a Segunda con una plantilla cuajada de internacionales. Ahora toca analizar si estos futbolistas deben constituir la base de un grupo que sólo tiene como objetivo el regreso a la máxima categoría. La respuesta hay que encontrarla en el perfil de los fichajes que se están haciendo para la dura batalla que se avecina, jugadores de nivel discreto, con un camino por labrarse y el aval de Antonio Tapia, quien ha alabado su profesionalidad. Goitia, Carlos García, Iriney y Sunny vienen a equilibrar una plantilla repleta de futbolistas destinados, en principio, a marcar las diferencias, y más en Segunda.

Manuel Ruiz de Lopera, quien a pesar del rechazo que suscita entre los béticos sigue manejando los resortes del poder en la entidad, es consciente de que el Betis deberá desprenderse de alguna de sus figuras. Sobre todo en un momento de atasco económico, producto del descenso y la considerable rebaja en el contrato televisivo. Por eso Lopera deberá vender, aunque por el momento se resiste. La prueba está en las dos ofertas que han llegado a la calle Jabugo y que han sido rechazadas de plano. Curiosamente, tentativas de dos equipos griegos, Panathinaikos y Olympiacos, por hacerse con los servicios de Ricardo Oliveira y Mark González, respectivamente. Las ofertas, una de 5,5 millones por el brasileño y otra de 5 por el chileno, no han sido tomadas en cuenta, pues Lopera ha tasado a los dos futbolistas en 8 millones de euros. Especialmente delicada es la situación de Oliveira, ya que Betis y Zaragoza comparten los derechos federativos del jugador y no se pueden realizar ventas de forma unilateral. Si el Betis quiere vender a Oliveira, la mitad de lo que le llegue debe tomar el camino de Aragón. Y resulta que Lopera desea recuperar los ocho millones que invirtió en el futbolista en el pasado mercado invernal, por lo que la posibilidad de un traspaso se sitúa en una dimensión más que complicada. Otro equipo, el Valencia, preguntó por el precio de Emana y el Betis fue rotundo: doce millones.

LOS RECAMBIOS

Afortunadamente, los técnicos de la casa manejan ya una lista alternativa en el caso de que las ofertas convenzan. Eliseu era uno de los elegidos en caso de venta de Mark, pero su traspaso a la Lazio provocará un cambio de planes.

Fuente: http://elcorreodeandalucia.es/